EL CHANGO Y EL AGUILA

Habia una vez una madre ave que habia adoptado un huevo que la otra ave habia dejado abandonado porque la habian matado, al tiempo los dos parajitos nacieron, uno era un aguila y el otro un pobre chango negro, la madre aguila se sorprendio al ver al chango negro tan pequeño e indefenso y lo crio como su hijo al pesar de su tamaño, estaba segura que nunca el chango le preguntaria si era o no su madre, los hermanos crecian juntos, pero cuando les toco el tiempo de volar el aguila se habia tirado a volar sin miedo ninguno, de hecho estaba deseoso de hacerlo, pues su instinto era volar para arriba mas y mas, pero el chango le tenia miedo a las alturas por lo cual seguia al aguila desde la tierra, muchas veces el aguila estuvo que defender a su hermano de las fieras, de las culebras y de todo aquello que se lo queria comer, el aguila no entendia porque no volaba si era pajaro, tenia alas, un poco pequeño y negro pero pajaro al fin, el aguila cuidaba de su hermano desde los aires mientras el chango lo miraba desde la tierra. Una vez el chango siguio caminando brincando contento de ver a su hermano que subia y subia y seguia subiendo, no lo podia creer, el aguila no habia subido tanto pero habia tomado la decision de volar hasta donde sus alas le permitieran, el queria saber su limite, y su rapides, pero estaba tan y tan alto que perdio de vista a su hermano aunque tenia una vista sorprenderte, habia subido mas alla de las nubes, el chango se habia ido por un risco y tenia la opcion de volar o de hacerse pure de chango, gritar sabia que no era la solucion pues ya lo habia hecho, su hermano estaba muy alto para alcanzarlo, llamar a su madre que fue lo primero que hizo, no era solucion pues no oiria, asustado el chango extendio sus alas, temblando de miedo, nervioso, comenzo a moverlas, pero aun asi seguia cayendo, se preguntaba que iba mal, iba a morir de seguro, se haria pure, eso pensaba, el chango sacudio su cabeza, despojandose de todo mal pensamiento, tomo aire, solto el aire, extendio sus alas y volo, pudo volar por primera vez sentia el aire, sentia la adrenalina, se sentia ave, y pudo entender que todo ese tiempo solo estuvo miedo de hacer algo que nunca habia hecho, pero que de hecho era natural en el, al fin y al cabo era ave, no podia subir tan alto como el aguila, pero si podia volar un poco mas mas y mas abajo del aguila, y se alegro de que no termino hecho pure de chango. Ahora el chango era el maestro de aviacion de las aves niños, experto en soltar el miedo y solo volar hacia arriba mas y mas como casi el aguila, y la primera regla que usaba, no dejes que te haga pure, vuela sola vuela, se libre, vuela alto como el aguila.